Llega el momento de quitarnos la manicura semipermanente. Llevas más de tres semanas con el mismo esmalte y tu uña ha crecido, por lo que el contraste entre la pintura y tu color natural cada vez es más pronunciado y sí, ¡queda fatal! No es nada estético. Además, llega un punto en el que tienes muy visto el color y el diseño de tus uñas, y sueñas con quitártelas cuanto antes. A mí también me ha pasado. Lo peor es cuando se 'salta' el esmalte de la uña y no puedes evitar retirarlo (o arrancarlo) tú misma. Es un pequeño placer, pero también es un gran error.
Hoy te hablamos, de la mano de Ana Carretero, esteticista y manicurista especializada en uñas acrílicas (Torrent 3, Cerdanyola), sobre los errores más comunes en el momento de retirar la manicura en casa y los consejos que debes aplicar para que tus uñas luzcan sanas y bonitas.
Las uñas de las manos, por muy pequeñas que sean, son capaces de añadir un toque de estilo a tu look. Llevarlas arregladas es clave para que tu imagen se vea cuidada (y glamurosa, claro). Pero ojo, esto no significa que debas ligar una manicura con otra, no. Tus uñas necesitan descansar y son los propios manicuristas profesionales como Ana los que aconsejan dejar las uñas libres de esmaltes durante un tiempo. Al fin y al cabo, al realizar manicuras se suelen usar productos que pueden ser 'agresivos', para que así duren tanto tiempo como el primer día.
Cuando llega el momento de decir adiós a la manicura, nos entran las prisas por retirarla, y es entonces cuando muchas cometen el mismo error: arrancar el esmalte. No te preocupes, todas lo hemos hecho alguna vez.
Este es el error más común al retirar la manicura en casa. ¡No lo hagas!
Ana carretero ha perdido la cuenta de las veces que han acudido clientas a su salón de belleza con las uñas destrozadas. Con este adjetivo se refiere a que no queda ni rastro de esmalte en las uñas, pero sí una fina y poco atractiva capa del producto que ponen como base, que recuerda a cuando quitamos un adhesivo pegado en un papel. ¿Te lo imaginas?
La manicurista profesional lo puede decir más alto, pero no más claro: “el mayor error es arrancarse el esmalte tirando de él cuando la manicura ya está deteriorada, porque debilitas mucho la lámina ungueal”. Ese acto que, en ocasiones, haces inconscientemente, está dañando tu uña. ¿Por qué? Al retirar de cuajo la pintura, no solo estás quitando el esmalte, también te estás llevando una fina capa que, como ha mencionado Ana, se la conoce como lámina ungueal. Esta es la parte más amplia de la uña, por lo que mantenerla sana es clave para que tus uñas al natural se vean igual de bonitas.
Te puedo hablar de mi experiencia que será, lo más seguro, muy similar a la que hayas tenido tú si también te has arrancado el esmalte en alguna ocasión. Estaba cansada del color y del diseño y, tras tres semanas, y así, de repente, la pintura de una de las uñas se levantó. Tiré de ella. La pintura salía entera como si de una uña postiza se tratara. Aunque el proceso de quitármela fue placentero, fui consciente de que había sido una mala idea. Tras ese error, lo que debes hacer y lo que deberías haber hecho desde un primer momento, tal y como indica Carretero, es acudir al centro de estética a retirarlo.
Otro error al retirar el esmalte que, en ocasiones, no depende de ti
Si eres de las que pisa los centros de estética con frecuencia, habrás podido ver que, en ocasiones, las manicuristas retiran el esmaltado con torno, una especie de rodillo eléctrico que arrasa por donde pasa. Y así lo confirma Ana con palabras literales: "otro error es retirar el esmalte con torno, ¡HORROR! Te cargas la uña literal". Esta herramienta se debe utilizar solamente para retirar las uñas acrílicas o de gel y siempre con cuidado de no llegar a la uña real. Por lo contrario, la potencia del torno sobre la uña estará quitando la lámina ungueal.
Yo formo parte de este club. Ir a hacerme las uñas es uno de mis momentos de autocuidado. Y de todas las veces que he ido, ha habido una vez en la que me han retirado el esmaltado con torno. Además de hacerme daño durante el proceso, me dejaron la uña muy débil. En las demás ocasiones me han retirado el esmaltado con acetona, que es, ni más ni menos, la forma correcta de hacerlo.
En esta imagen puedes ver un torno casi en acción. Debes evitar usarlo tú misma en casa o evitar que lo utilicen sobre tus uñas en un salón de belleza. Si ves que esa es la intención de la manicurista, pídele que te lo quiten con esmalte. No deberían poner pegas. De todas formas, te explicamos cómo puedes retirarte tú misma las uñas en casa.
Los pasos a seguir para quitarte la manicura semipermanente en casa
Tómate este proceso como un retiro de belleza. Te va a tomar tiempo, una media hora, así que ponte cómoda, enciende una (o muchas) velas y pon tu música o tu serie favorita de fondo. Y ahora sí, comenzamos.
Para quitarte la manicura semipermanente en casa necesitas: una lima, discos de algodón, papel de aluminio y acetona. La acetona la puedes encontrar en cualquier supermercado o perfumería. También las venden en muchos centros de estética y son, precisamente, la mejor opción, ya que están formuladas específicamente para retirar el esmalte semipermanente que te han aplicado.
Antes de empezar, no te olvides de cortarte las uñas. No es ningún secreto que si cortas la uña, habrá mucho menos producto que retirar y, por ende, tardarás menos tiempo en dejar tus uñas listas para descansar de esmaltes dañinos durante una temporada.
- Con todos los imprescindibles a mano, llega el momento de limar, pero no como lo solemos hacer normalmente. Lo que debes liminar con relativa fuerza es la base de la uña, la lámina ungueal. Lima hasta que el esmalte pierda algo de color. Ten claro que en este momento no saldrá la pintura, solo conseguirás rebajar el producto.
- Lo siguiente que tienes que hacer es cortar los discos de algodón y el papel de aluminio en trozos pequeños. Déjalos a una medida que consiga cubrir cada una de las uñas.
- Empapa cada algodón con acetona. Cuanto más líquido absorba, mejor. Luego, coloca un trozo de algodón en cada uña y, enseguida, cubre cada una con un trozo de papel de aluminio, como si estuvieras envolviendo un bocadillo. Y deja actuar, por lo menos 20 minutos. Sí, serán unos largos veinte minutos, por eso te aconsejamos el ponerte una serie de fondo, porque no podrás utilizar las manos durante ese tiempo.
- Pasados los 20 minutos, retira el algodón y el papel de aluminio de la primera uña que hayas cubierto y comprueba su estado. Si ves que el esmalte se ha levantado, ya podrás retirar el resto de algodones y papeles de todas las uñas.
- Ahora, con la ayuda de un empujador cutículas o de unas tijeras para las uñas, retira la pintura de cada uña. Esto no debería costarte. Si, por lo contrario, no hay manera de que salga el esmalte al empujarlo, deja más tiempo el algodón con acetona sobre las uñas que se resisten, y listo.
- Ahora sí, coge de nuevo la lima y dale la forma que más te guste a tus uñas. Si tienes en cuenta las tendencias en forma de uñas, sabrás que las uñas minimalistas y sencillas se encuentran en su máximo apogeo. Se llevan o cortitas y redondas o cuadradas. Eso sí, siempre hay hueco para las uñas almendradas, aquellas que son un poco más largas y que terminan con la punta más fina que la base. ¡Son muy elegantes!
- Para dejar tus uñas bonitas, puedes pulirlas con una lima indicada para ello (se llaman así, lima pulidora). Luego, aplica base coat, un protector para las uñas que ayudará a mejorar su aspecto. Este producto es cada vez más aclamado, por lo que lo encontrarás en todas partes, incluso en supermercados como Mercadona. Además, también existen bases tipo coat con tonos rosados, por lo que puedes añadir un toque de color a tus uñas a la vez que las proteges y las mimas. Eso sí, Ana, la manicurista profesional, siempre recomienda a sus clientas el endurecedor Mavala. Es un producto de farmacia que se aplica como un esmalte normal y consigue endurecer las uñas, a la vez que evita que se rompan con facilidad. ¡Es de los más vendidos!
- Las uñas también se deben hidratar. Para ello, puedes cubrirlas y masajearlas con aceite de oliva y, luego, con crema hidratante.
Ahora tus uñas no solo se verán naturales, sino que tendrán un aspecto mucho más cuidado y sano. Eso sí, recuerda que la mejor opción es, siempre, acudir a tu centro de estética de confianza para que te retiren ahí mismo la manicura semipermanente.