Que las francesas son las mujeres más sofisticadas del mundo no es secreto para nadie. Y, aunque pueda parecer un cliché, realmente ellas mismas nos confirman a menudo que el título que el resto del mundo les ha otorgado se lo han ganado a pulso. Nos fascina su predilección por la elegancia minimalista y ese je ne sais quoi que las ha convertido en referentes absolutos de estilo, desde en cuestión de moda hasta el ámbito de la belleza.
Pocas cosas nos resultan más atractivas que ese estilo efortless que ellas abanderan. Por eso, cuando se trata de tomar nota de los trucos de belleza para potenciar nuestra mejor versión sin esfuerzo aparente, ellas son nuestro mejor referente: desde sus reglas de oro para vestir bien hasta sus trucos para que la melena crezca saludable. Y, si hablamos de perfumes, ellas también son una gran fuente de inspiración. No en vano, Francia es la cuna de las casas de perfume más prestigiosas del mundo.
Ese 'menos es más' que a menudo ponen en práctica en cuestiones de estilo también se traslada al ámbito de los perfumes. Las parisinas aman las fragancias lujosas, pero también fresquitas y sutiles que dejen huella sin empalagar. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál es su firma de perfumes favorita? Ni chanel, ni Guerlain: los aromas que las mujeres más sofisticadas del mundo eligen para perfumarse son de una marca mucho menos conocida. Se llama Goutal Paris.
La firma de alta perfumería que aman las parisinas más pijas desde 1981: famosa por sus aromas elegantes y atemporales
La firma que nunca falta en el tocador de las mujeres más sofisticadas del mundo fue fundada en 1981 por Annick Goutal, una de las primeras perfumistas en un mundo de hombres. Goutal cambió las teclas del piano por las melodías olfativas y, a diferencia de otras casas de perfume, ella pone el foco en las esencias atemporales, que trascienden las tendencias y se basan en la tradición de los perfumistas de ayer. No es de extrañar que las francesas amen sus perfumes, pues ellas mejor que nadie entienden la importancia de los aromas eternos.
Los de Goutal Paris son aromas que evocan la naturaleza y las emociones del tiempo que pasa, bouquets que combinan las más nobles y extrañas esencias naturales. Cada fragancia está compuesta como si de una sinfonía se tratara, nota a nota, en una constante búsqueda del equilibrio. Así podríamos describir precisamente una de las más icónicas de la firma: Eau d'Hadrien. El frasco es una auténtica joya en sí mismo, pero la fragancia contenida en él no lo es menos. Inspirada en la novela Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, esta fragancia encierra toda una campiña iluminada por el sol de la Toscana, un cóctel de cítricos brillantes.
Fue el primer éxito de la icónica casa de perfumes. No es complicado entender el por qué del furor que causa entre las parisinas más pijas, y es que es tan fresquita como elegante. Perteneciente a la familia olfativa cítrica, inicia con notas de limón siciliano, pomelo y bergamota, para dar paso a mandarina verde de Italia y bayas de enebro. Las notas de fondo son ciprés, Ylang-Ylang y almizcle. No es precisamente asequible (cuesta 125 euros en El Corte Inglés), pero nadie dijo que oler como las parisinas más elegantes estuviese al alcance de cualquiera.
Otros perfumes franceses que tampoco faltan en el tocador de las más sofisticadas
¿Quieres oler tan bien como las francesas? Ficha este perfume de la firma parisina Chloé, una adictiva fragancia floral que se inspira en los pétalos y las hojas de rosa que la perfumista Amandine Clerc-Marie cultivaba en el jardín de su familia cuando era niña. Ligeramente especiada, esta firma floral desprende una sensación de pureza botánica gracias a la rosa damascena, la protagonista de la fragancia. Pertenece a la colección que la maison lanzó en 2019 bajo el nombre Atelier des Fleurs y está disponible por 122 euros.
Otro aroma que inspira sofisticación es L'Interdit de Givenchy. Se trata de una interpretación contemporánea del primer perfume de la firma, Hubert de Givenchy, lanzado en 1957. Su flor blanca se fusiona con la sensualidad del almizcle para crear una variedad olfativa tan adictiva como provocadora. La mandarina y la bergamota abren el eau de toilette, aportando con una fresca luminosidad cítrica. En el corazón de la fragancia, el emblemático ramo de flores blancas revela el jazmín, el nardo y la flor de azahar en sus cuatro calidades: esencia, concreto, extracto puro y absoluto. Se yuxtapone con una base ardiente de vetiver, pachulí, flor de jara, almizcles y sándalo. ¿Su precio? Alrededor de los 45,95 euros.