En el mundo de la cosmética existen muchos protagonistas, pero si hay un principio activo que despunta entre el resto, ese es la Vitamina C. Conocido por ser el antioxidante más poderoso y efectivo a nivel estético, en los últimos años este ingrediente presente dentro de nuestro organismo ha destacado por su capacidad para iluminar, revitalizar y proteger de los daños externos a la piel.
Sin embargo, junto a todas sus bondades, también se ha cernido una sombra sobre sí, emborronando a este activo como un agente problemático y difícil de manejar. Y es que, al igual que ocurrió en su momento con otros principios cosméticos, como el retinol o el ácido hialurónico, ahora es la Vitamina C la que se ve envuelta en una esfera de mitos y falsas realidades que, no siempre, terminan por desmentirse.
¿El motivo? El desconocimiento que aún existe sobre él, creando falsas ideas de lo que es en sí este antioxidante y de cómo actúa en relación con el cuidado de la piel. En este punto nos paramos hoy, desde Listísima, para enfrentar todos los mitos que persiguen a este ingrediente en tendencia y demostrar, si son verdad o no, todas las afirmaciones (o mitos) que se cuentan sobre él.
Ventajas de usar Vitamina C en una rutina cosmética
Eso sí, antes de entrar en el mar de mitos que envuelve a la Vitamina C como activo cosmético, lo que sí debemos destacar, en mayúsculas, son la multitud de ventajas que ofrece a la piel, siendo demostradas y evidenciadas clínicamente. Como nos explica la Dra. Iris González, dermatóloga de ENEA Clínica, existen múltiples beneficios relacionados con este principio entre los que “se encuentran la disminución de la pigmentación en la piel y de los signos del envejecimiento causados por la exposición solar, ya que este ingrediente inhibe los radicales libres del sol en nuestra piel.”
Además, según apunta la experta, “la Vitamina C también es un fantástico estimulante de la producción de colágeno y elastina, lo que supone una piel firme y tersa, reduciendo el aspecto de las arrugas y líneas de expresión y retrasando la aparición de nuevos signos de envejecimiento. Y, en cuanto a las manchas en la piel, previene su aparición y ayuda a eliminar las ya existentes para una piel uniforme”.
En pocas líneas podríamos decir con ello que la Vitamina C es uno de los ingredientes más completos y versátiles del sector de la belleza, actuando a diferentes niveles, con los mejores resultados. Aunque ¡cuidado!, como apunta la dermatóloga, todo gran resultado procede de un correcto tratamiento, por lo que lo ideal será “comenzar con una baja concentración de Vitamina C y aumentar progresivamente a medida que tu piel se acostumbre. Esto puede ayudar a minimizar la irritación y mejorar la tolerancia” explica González.
Mitos sobre la Vitamina C: responden los expertos
Una vez entendidas todas las funcionalidades de la Vitamina C y su acción a nivel de cuidado facial, es momento de ahondar en una de sus grandes problemáticas hoy día: su crisis de popularidad. Desmintiendo y/o aclarando muchos de los mitos que rodean a este antioxidante bajo el criterio experto de diferentes maestros especializados en materia cosmética.
¿Quieres conocer todo lo que se dice sobre la Vitamina C? ¿Has oído algunos rumores sobre ellas, pero no terminas de saber si son verdad? Aquí van 10 de los mitos más populares de la Vitamina C que, quizás, tú también compartías bajo el desconocimiento.
La Vitamina C irrita la piel sensible
Si bien es cierto que algunas formulaciones de ácido ascórbico (Vitamina C) pueden ser irritantes, especialmente aquellas en concentraciones altas para pieles muy sensibles, no todas las formas de Vitamina C tienen el mismo efecto. “Es crucial elegir productos con formulaciones adecuadas y en concentraciones que tu piel pueda tolerar. Además, introducir la Vitamina C gradualmente en tu rutina puede ayudar a minimizar la irritación” explica la Dra. Iris González.
Asimismo, muchas veces no solo será responsabilidad de la Vitamina C, tal y como apunta Eva Mico, formadora cosmética de Anubis, también “dependerá del tipo de piel en la que se aplique, del % del tratamiento, la forma de la Vitamina C y, por supuesto, del resto de ingredientes o productos que se utilicen durante la rutina cosmética”.
Todos los sérums de Vitamina C son iguales
Es algo que hemos repetido hasta la saciedad, pero NO, no todas las formas de Vitamina C son iguales. “Existen diferentes formas de Vitamina C (ácido ascórbico, ascorbil fosfato de magnesio, ascorbil fosfato de sodio, etc.) y cada una tiene diferente estabilidad y eficacia. Además, la formulación del producto y los ingredientes adicionales también influyen en su desempeño” apunta Mico.
La Vitamina C puede reemplazar al protector solar
Aunque la Vitamina C tiene propiedades antioxidantes y puede ayudar a proteger la piel del daño causado por los radicales libres y mejorar la efectividad del protector solar, Natalia Ribé, Andróloga y Doctora especializada en medicina cosmética y del envejecimiento, es clara, “NO puede reemplazar el uso de un protector solar”.
La protección solar es esencial para proteger la piel de los daños causados por los rayos UV y ningún principio activo que se precie puede sustituir la acción que este puede lograr.
La Vitamina C se oxida rápidamente y pierde eficacia
Seguro que has oído alguna vez que poner la Vitamina C cerca de la luz o demasiado tiempo abierta puede llevar a su oxidación y, si bien es cierto que la Vitamina C puede oxidarse al estar expuesta a la luz, las formulaciones modernas están diseñadas para ser más estables. “Almacenar el producto en un lugar fresco y oscuro y elegir envases opacos y herméticos puede ayudar a prolongar su vida útil” explica Iris González.
De hecho, según apunta la experta en estética Ana Puelles Lostao, muchos de los actuales fabricantes de cosmética, tanto dentro como fuera de nuestro país, desarrollan envases oscuros y formulaciones estabilizadas para evitar este proceso de oxidación natural.
Con la Vitamina C, pueden salir manchas si te pones al sol
“Si vas a tomar el sol, ni se te ocurra aplicarte Vitamina C” es uno de los dichos que más hemos escuchado en relación con este antioxidante bajo la falsa creencia de que este puede provocarnos peor daño que el ya causado por la radiación solar. Sin embargo, de forma contradictoria, este es perfecto para evitar los daños de los rayos solares, “previniendo el envejecimiento, siendo un excelente activo para reducir el aspecto de las manchas existentes y unificar el tono” apunta Natalia Ribé.
De hecho, esta afirmación solo será posible “cuando se trabaje con Vitaminas C muy poco estables, como es el caso del ácido ascórbico puro, que puede producir sensibilidad y, al exponer la piel al sol, producir hiperpigmentación” explica Marta Agustí, directora técnica de la firma de alta cosmética coreana Boutijour.
Cuanto más porcentaje de Vitamina C, mejor
Eso del “más es más” en cosmética, es un auténtico mito demostrable. Como hemos defendido con otros principios activos, como el retinol, un mayor porcentaje de principios no supondrá una mejora de los resultados. De hecho, incluso puede conllevar efectos negativos y una sobreexplotación que irrite nuestra piel.
Según nos comenta Ana Puelles Lostao, “es importante que los profesionales valoremos el estado y la necesidad que tiene la piel de este activo, para no producir irritaciones o no generar el efecto deseado. Una concentración entre 15/20% suele ser adecuada”.
La Vitamina C no se puede combinar con otros activos
Al igual que hablábamos de la irritabilidad de la Vitamina C, su versatilidad cosmética dependerá del tipo y la forma de la Vitamina C, pero por supuesto encontramos formulaciones con Vitamina C y otros ingredientes. “Ingredientes antioxidantes como la Vitamina E o F, ingredientes hidratantes como el ácido hialurónico o lípidos orgánicos como la manteca de cupuagu, de karité o el aceite de aguacate” aclara Eva Micó, formadora técnica de Anubis Cosmetics.
La Vitamina C debe usarse solo por la mañana
Lejos de la falsa creencia de que la Vitamina C solo actúa como agente protector, combatiendo el daño de los radicales externos, sí podemos afirmar que la Vitamina C puede usarse tanto por la mañana como por la noche.
“Su uso en la mañana puede ofrecer protección antioxidante adicional contra los daños causados por los radicales libres durante el día, pero también puede ser beneficioso aplicarla por la noche para aprovechar su capacidad de reparación mientras la piel se regenera” afirma la doctora Ribé.
La Vitamina C es para pieles maduras o envejecidas
Si bien es cierto que la Vitamina C, por sus diferentes propiedades, está especialmente indicada para pieles apagadas, deshidratadas, manchas o problemas de flacidez, comúnmente asociadas a pieles maduras, también sus beneficios son extensibles a todo tipo de pieles, ya sean sensibles, mixtas o jóvenes con problemas de acné.
Como afirma Eva Micó, de Anubis Cosmetics, “la Vitamina C es un ingrediente versátil que puede ser implementado en cualquier rutina de cuidado facial. La clave está en elegir el tipo de Vitamina C adecuado y ajustar su concentración según las necesidades específicas de cada tipo de piel. Para pieles jóvenes, la Vitamina C actúa como un potente antioxidante que protege contra el daño de los radicales libres, contribuye a la prevención del envejecimiento prematuro y refuerza la estructura de la piel. Mientras que, para pieles maduras, la Vitamina C ofrece beneficios más específicos al abordar los signos visibles del envejecimiento”.
La Vitamina C aclara la piel
Finalmente, cerramos con otro de los mitos más asociados a la Vitamina C: su ‘falso aclaramiento’. Y es que, si bien es cierto que interviene en la producción de melanina, ayudando a controlar la hiperpigmentación y mejorar la luminosidad, Yvette Pons, especialista en belleza y salud, sentencia que no “blanquea” la piel en ningún caso.