El cuidado personal es lo más importante. Nuestra rutina debe estar marcada por hábitos saludables y trucos para mantener nuestra imagen perfecta. Recientemente, Olga G. San Bartolomé nos daba los mejores consejos para mantener el pelo limpio durante más tiempo. Tips infalibles con los que luciremos una melena muy cuidada: escoger el champú adecuado para nuestro tipo de cabello, limpiar el cepillo de manera regular, aclarar con agua mineral y agua tibia, entre otras muchas recomendaciones que de verdad funcionan... Pero, ¿qué hay de nuestra cara? También, debemos dedicarle especial atención al estado de nuestro rostro y sí, lo sabemos, hay tantos productos que usar que seguramente no sepas ni por donde empezar.
La rutina de cuidado facial es algo que debemos tener muy presente en el día a día ya que es importante proteger la piel de todo esos elementos externos que amenazan con dañarla. Una buena skincare puede ayudarnos a prevenir los signos del envejecimiento, como las arrugas y la flacidez. Y para eso, es algo básico utilizar los productos adecuados para lucir una piel firme y elástica.
Conseguir el tan deseado efecto 'buena cara' ahora es posible pero debes saber que todos los productos que uses en tu rutina deben seguir obligatoriamente un orden establecido que no hay que cambiar por nada del mundo. Y sí, reconocemos que al ser tantos es muy fácil equivocarse. Por eso, te detallamos una guía práctica para principiantes para realizar todos los pasos de tu skincare como si de una experta se tratase. ¡Por tu cara bonita!
Errores que cometemos a la hora de limpiarnos la piel
Si quieres ahondar en el mundo de la skincare, ya has comprobado que con tan solo cinco sencillos pasos puedes conseguir una piel envidiable. Es importante, aunque la pereza te pueda, hacerlo cada mañana para conseguir resultados a corto plazo pero, ¡ojo! Es muy fácil caer en errores y desde Listísima nos hemos empleado a fondo para que eso no ocurra.
Recientemente, Ana Carretero, experta en cuidado facial, nos ha revelado algunos de los errores que cometemos a la hora de limpiarnos la piel. Fallos muy comunes que pasan muy a menudo y que tienen fácil solución. El fallo que cometemos en muchas ocasiones es no demaquillarnos o desmaquillarnos con toallitas. En estas últimas, nuestra experta ha puesto especial antención ya que son productos que "lo único que hacen es mover la porquería, no la elimina". Por lo que es aconsejable utilizar un gel limpiador o un limpiador en crema. ¡Mano de santo!
Otro punto a destacar es que, aunque pienses que no, el agua fría es una gran aliada en las rutinas de belleza. Aunque a priori, el agua calentita nos resulte más apetecible y gustosita (no nos vamos a engañar), la fría tiene más beneficios y nuestra piel lucirá más lisa, joven y fresca. Por lo que sí, si te lo estás preguntando, ¡merecen la pena unos segundos de sufrimiento! Y no lo decimos nosotros, lo dice una experta en la materia. Otro de los errores, es exfoliar la piel en exceso ya que puede causarnos irritación, sobre todo en mujeres que tengan la piel sensible. Incluso, en algunas ocasiones la exfoliación excesiva puede aumentar la producción de sebo. La virtud está en el término medio.
El orden correcto de los productos para una rutina de mañana perfecta
Como hemos dicho anteriormente, lucir una piel sana y en buen estado es posible y lo tenemos todo de nuestro lado para conseguirlo. En primer lugar, debes hacerte con los productos que mejor se adapten a las necesidades de tu rostro, dependiendo del tipo de piel que tengas: normal, seca, grasa y mixta. Después, comienza el ritual de verdad. Toma nota y no pierdas detalle de los 5 sencillos pasos que hay que llevar a cabo de manera obligatoria.
Limpieza a fondo
Lavarse la cara es el primer paso una rutina facial de día perfecta. Durante las horas de sueño, nuestra piel segrega sudor y otro tipo de sustancias que se acumulan en la superficie de nuestra piel. Por eso, es de vital importancia refrescar la piel cada mañana, eliminando así la sensación de pesadez. Además, esto nos ayudará a preparar el rostro para aplicar el resto de productos de nuestra skincare.
Para llevar a cabo la limpieza facial debemos aplicar productos específicos como limpiadores, que sean siempre los más ligeros y en el formato que más nos guste, ya sea en gel o en espuma. Lo recomendable es que sean los más hidratantes posible ya que va a ser la base perfecta para el resto de ingredientes.
Sérum
El sérum es el segundo producto a aplicar en nuestra rutina facial de mañana después de habernos lavado la cara con el limpiador que mejor se adapte a nuestras características faciales. Es muy importante aplicar el sérum ya que puede convertirse en uno de nuestros grandes aliados ya que tiene la capacidad de penetrar más profundo en la piel y, por ende, es ideal para para combatir los signos del envejecimiento prematuro y ayuda a recuperar la firmeza de la tez que se va perdiendo con el paso de los años.
El sérum tiene una textura muy ligera y precisamente esto permitirá que el resto de productos se apliquen fácilmente. Como consejo, la forma correcta de usarlo es aplicar con la punta de los dedos y a pequeños toquecitos, de la manera más suave que puedas sobre la frente, las mejillas, la barbilla el cuello... ¡Y no te olvides del escote!
Crema hidratante
La crema hidratante es el tercer producto (y uno de los fundamentales) en la rutina facial de día. Como ya hemos asegurado a lo largo del artículo, es de carácter obligatorio tener la piel hidratada por lo que este componente no puede faltar en tu día a día. Además de cumplir a la perfección su función de barrera protectora, hará que nuestra piel luzca radiante. Incluso es importante destacar que la crema aplicada antes del maquillaje actuará como una base uniforme y evitará que se agriete.
Todas las cremas hidratantes, además de hacer que nuestra piel se sienta más suave y tersa, vienen formuladas con ingredientes que ayudan a combatir los daños causados por factores externos, ya sean los rayos ultravioleta, la contaminación, así como ambientales relacionados con el viento y el frío.
Contorno de ojos
El contorno de ojos es uno de los pasos más importantes de todos. Esta zona es una de las más sensibles del rostro y, por ello, requiere una especial atención ya que es donde más se nota los signo del cansancio y la fatiga. La piel alrededor de los ojos es muy fina y sensible por lo que la aparición de arrugas podría ser inminente si no nos lo aplicamos.
El uso diario del contorno de ojos puede prevenir la formación de arrugas y de líneas finas, consiguiendo que nuestra piel luzca firme y elástica como nunca antes. Algunos de estos productos están formulados con ingredientes que ayudan, también, a reducir la apariencia de ojeras y bolsas, por lo que nuestro aspecto se verá mucho más luminoso y descansado.
Protector solar
¡El gran olvidado! Repetimos y repetiremos hasta la saciedad que el protector solar es un elemento crucial en la rutina facial de día. No solo actúa como hidratante, también crea una barrera que ayuda a bloquear los rayos UV y nos protege de sus efectos nocivos. Si vamos a estar expuestas al sol durante un largo período de tiempo, lo recomendable es aplicarlo cada dos horas. ¿Qué conseguimos con esto? Bien, aunque no lo creas le estaremos plantando cara al envejecimiento de la piel y nuestra imagen se verá más rejuvenecida y saludable a largo plazo.
Incluso en este punto es importante destacar, que algunos protectores solares ya te vienen con color por lo que te saltarás el maquillaje y te verás igual de favorecida.
¿Qué diferencia hay entre la rutina facial de día y la de noche?
Al igual que la rutina facial de día requiere de cinco pasos importantes, la de noche también. Antes de irnos a la cama debemos preparar adecuadamente nuestra piel para dejarla descansar después de un largo día. Por eso, es importante destacar que por la noche, a diferencia de por la mañana, es importante llevar a cabo una doble limpieza.
Muchos cosméticos, como el maquillaje o el protector solar si lo usamos como base, están diseñados para aguantar durante todo el día, por lo que una sola limpieza no es suficiente para eliminar todo rastro de estos productos. Si no llevamos a la práctica este punto, nuestro rostro seguirá acumulando suciedad y otro tipo de residuos y estará expuesto a la aparición de otro tipo de problemas e impurezas, como puntos negros, espinillas, etcétera. Tan solo te bastará un limpiador y un tónico para asegurarte de quitar cualquier rastro de residuos.
Al igual que en la rutina facial de día, debemos aplicar sérum, contorno de ojos y una crema hidratante para no perder ni una pizca de hidratación y despertarnos al día siguiente con un rostro vivo y luminoso.