Lavarse la cara es simple, o eso parece. Yo, hace años, también pensaba que lo hacía bien: un poquito de agua y jabón para quitar el maquillaje y un algodón empapado en agua micelar para quitar los posibles restos. ¡Error! A medida que vamos creciendo vamos aprendiendo a hacer las cosas mejor y, a la vez, nos damos cuenta de todo aquello que hacíamos mal. La limpieza facial es un gran ejemplo.
La limpieza facial o el skincare está de moda y eso es genial, porque se le está dando cada vez más importancia al cuidado de la piel. Hay miles y miles de videos en las redes sociales como TikTok de chicas mostrando su rutina de limpieza facial y esto provoca que incluso mi prima pequeña de 11 años tenga más potingues y cremas para la cara que yo. El skincare es el nuevo pasatiempo de las nuevas generaciones, y está bien, siempre y cuando estemos utilizando los productos adecuados para nuestra piel y de la manera correcta. No necesitas tener un cajón lleno de cosméticos y utilizarlos todos.
En este contexto no hemos dudado en ponernos en contacto con Ana Carretero, experta en cuidado facial (Torrent 3, Cerdanyola). Ana es esteticista y, entre su largo y variado listado de servicios, ofrece limpiezas faciales. Puedes imaginarte la de caras y pieles que debe limpiar en un día. Es entonces, cuando su clienta está tumbada en la camilla, cuando le pregunta sobre su rutina de cuidado facial y se da cuenta de todo lo que hace mal. No es solo una, son muchas las clientas que, asegura, cometen estos errores al limpiar su rostro. Hoy, en Listísima, te hablamos de los 5 errores más comunes.
5 errores muy comunes en el momento limpiarnos la piel
Ha llegado el momento de pensar en lo que haces al llegar a casa después de un largo día, antes de ponerte el pijama o antes de darte una ducha relajante. ¿Cometes alguno de los siguientes errores? Tener en cuenta que cada pequeño gesto puede afectar al estado de tu piel. Si tu objetivo es tener una piel limpia, lisa y sin imperfecciones, ¡toma nota y cuídala como se merece!
No desmaquillarte
El error más frecuente es pensar que, aunque no te maquilles, no te tienes que desmaquillar. Ana, experta en cuidado facial, les pregunta a todas sus clientas, antes de hacerles la limpieza facial, que si se desmaquillan todos los días, porque no desmaquillarse es un error.
El simple hecho de salir a la calle, el estar en contacto con la contaminación del aire, además de la suciedad que llevamos en las manos y que solemos transportar a la piel de nuestro rostro al tocarla, arrascarla o, simplemente, al retirar con los dedos un pelo que nos molestaba. “Nos estamos contaminando la piel continuamente” y más aún en verano, que, al tener calor, se dilatan más los poros. Esto es algo que provoca que toda la suciedad de tus manos, de la calle y del aire, termine dentro de estos poros. Luego, ese poro se cierra y toda la suciedad se queda ahí dentro, incrustada. No cabe duda: la limpieza facial diaria con agua y jabón limpiador es fundamental para eliminar el corrector y la máscara de pestañas, sí, pero también para eliminar cualquier rastro de suciedad.
Desmaquillarte con toallitas
Todas (o casi todas) hemos utilizado toallitas desmaquillantes en casa, al fin y al cabo, pensamos que son una forma muy fácil, cómoda y rápida para quitarnos el maquillaje. Sí, nos permite quitar gran parte del maquillaje sin tener que mojarnos la cara y aplicar jabón, pero, ojo, porque tal y como dice Ana, “lo único que hacen es mover la porquería, no la elimina”. Y tiene toda la razón. Recuerda que la intención no debe ser solo la de quitarnos el maquillaje, también debemos eliminar la suciedad y la contaminación acumulada en nuestros poros y una toallita no es la mejor solución.
Aclarar la piel con agua muy caliente
El desmaquillado con agua y jabón se hace cuesta arriba si el agua está fría y, en ocasiones, congelada. Es por esta razón por la que muchas personas acostumbran a aclararse el jabón del rostro con agua calentita. Lavarse la cara con agua caliente es más relajante y apetecible, pero, como todo, tiene su parte negativa: provoca que tu piel se irrite y que los productos que puedas aplicarte posteriormente puedan afectar al estado de tu piel.
Si sueles desmaquillarte antes de ducharte, aprovecha el agua fría que cae durante los primeros segundos para lavarte la cara. Luego podrás seguir con la ducha con agua caliente que tanto deseas (evitando mojar el rostro). Aunque también puedes tomártelo como una filosofía y darte duchas frías. El agua fría no solo es buena para lucir una piel bonita, también se convierte en tu mejor aliado para un cabello brillante y para mejorar la circulación de la sangre. Todo es positivo. Tan solo son unos minutos de 'sufrimiento' para recibir una gran cantidad de beneficios.
Exfoliar la piel en exceso
Sí, exfoliarse la piel parece formar parte de un plan idílico en el que te pones distintas mascarillas y terminas utilizando tu cosmético exfoliante de confianza. Es una sensación gustosa y desagradable a partes iguales, ya que la rugosidad del producto exfoliante puede llegar a molestar, pero sientes como tu piel se está limpiando, como si de alguna manera estuvieras eliminando todos los residuos del interior de tus poros y de la superficie de tu piel. La experta cuenta que hay quienes acostumbran a exfoliarse la piel dos o tres días por semana. ¡Error! Esto no es necesario y te explicamos por qué.
La piel se regenera cada 21 días, pasado este tiempo es cuando se ha generado una nueva capa de piel, que es la que habría que exfoliar. Un peeling te ayudará a eliminar las células muertas, dando paso a una piel más lisa, joven y fresca. Eso sí, si tienes la piel grasa, puedes hacerlo con más frecuencia, ya que su regeneración es más rápida que en pieles secas. También debes tener en cuenta que los intervalos pueden cambiar dependiendo de si tienes rojeces o acné.
Utilizar agua micelar, pero olvidarte del tónico facial
Hace un tiempo me regalaron un vale para ir a hacerme una limpieza facial. La esteticista me iba poniendo productos y yo preguntaba por todos ellos. ¿Qué me estás poniendo ahora? -Decía- No quería perderme detalle de lo que debía utilizar en una correcta limpieza facial. Lo que más me sorprendió es que después del agua micelar, me puso otro producto de tacto similar: el tónico. La chica le dio mucha, pero que mucha importancia a este producto. Me explicó que, cada vez que mojamos el rostro, nuestra piel pierde pH, y el tónico facial es el encargado de restablecerlo, además de cerrar los poros. Así que no, el agua micelar no es suficiente, hay que utilizar, además, un tónico fácil adecuado para tu tipo de piel.
Cómo SÍ debe ser tu rutina de limpieza facial diaria
Ahora que ya sabes qué errores puedes estar cometiendo al limpiarte la cara a diario, te contamos cómo debe ser una limpieza facial perfecta.
- Recoge tu cabello en una coleta o ponte una diadema para despejar tu rostro de cualquier pelo. Y, empezamos. Para una correcta limpieza, debes aplicarte un producto limpiador o desmaquillante, siempre que sea adecuado para tu piel. Porque, claro, debes saber que, si tu piel es grasa, no puedes aplicar un desmaquillante que sea, por ejemplo, muy oleoso o aceitoso. En todo caso, debes utilizar productos específicos para tu piel.
- Si es necesario, es en este momento cuando debes exfoliar tu piel. Recuerda que deben pasar entre 14 y 21 días (dependiendo de tu tipo de piel) para utilizar un exfoliante. Podrás echar mano de cosméticos indicados para ello o apostar por exfoliantes caseros como el que utilizo yo: la mezcla de azúcar y aceite de oliva.
- Llega el momento de utilizar el agua micelar. Esta agua no es un agua cualquiera. Como dice su nombre, contiene micelas, que son pequeñas estructuras de aceite limpiador y sirven como un imán para la suciedad e impurezas de tu piel. Es importante que apliques este producto dando pequeños toques con un algodón. Sobre todo, ¡no lo restriegues sobre la cara! Ese movimiento solo hará que dispersar la suciedad. Cuando hayas pasado el algodón, notarás tu piel más fresca, suave y calmada. Te advertimos, que la sensación de limpieza que deja el agua micelar es muy adictiva.
- Luego debes aplicar el tónico, que, como te hemos adelanto, es el producto que consigue hidratar y refrescar la piel, además que ayuda a recuperar el pH de la piel y cierra poros. Es esencial para que tu piel se mantenga bonita y cuidada por más tiempo.
Estos tres productos son más que suficientes para presumir de una piel más limpia durante más tiempo. Eso sí, a continuación debes aplicar tu crema hidratante y el contorno de ojos de confianza. Tu piel agradecerá que le dediques tiempo, pero que sea tiempo de calidad.