Cuando cambiamos de estación también queremos hacerlo de look y, una de las actividades que más nos gusta es visitar la peluquería para atrevernos con el corte de pelo que esté en tendencia y que más se ajuste a nuestro estilo pero… ¿Por qué no acompañarlo de un cambio de color que nos favorezca? Debemos atrevernos a experimentar con colores nuevos y la experta en peluquería Olga G. San Bartolomé, con más de 35 años de experiencia, nos anima a apostar por los mechas, huyendo de los colores monocolor que, esta temporada, ya no se encontrarán entre las tendencias en peluquería. Las mechas, en diferentes tonos ajustados a nuestro color de pelo, nuestro estilo y nuestro gusto, son perfectas para jugar con las facciones del rostro, potenciando unas o disimulando otras y, además, revitalizan un montón nuestra imagen y nuestra imagen, aportan sensación de volumen, movimiento y frescura al cabello y, en definitiva, nos ayudan a conseguir un look mucho más juvenil.
Olga G. San Bartolomé nos cuenta cuáles son algunos de los trucos que una profesional sigue para saber cuál es el tono de cabello que más favorece a cada mujer, en función de su tono de piel, su edad y la actividad laboral que desempeña. Nuestro pelo dice mucho de nosotras, el vital para definir nuestro estilo, nuestro rostro y nuestro look y escoger un tono que sea adecuado para nuestro día a día es vital para lucir una imagen cuidad y elegante. Estas son algunas de las claves de la experta para conseguir una melena 10, acorde con nuestro estilo esta primavera:
¿Cómo saber qué color de pelo me queda bien?
A la hora de escoger un color de tinte con el que modificar, en mayor o menor medida, nuestra imagen, no solo es tener en cuenta el color de nuestra piel, también el de nuestros ojos. Escoger un tono de cabello que nos favorezca es de vital importancia para lucir una imagen fresca y esculpir al máximo las facciones de nuestro rostro. Una elección que, además, debe concordar con las tendencias en peluquería de cada temporada. No obstante, a rasgos generales, debemos seguir estas directrices en función del tono de nuestra piel para escoger el tono de cabello que más se ajusta a nosotras.
- Si nuestra piel es clarita, la experta asegura los tonos que más nos favorecerán serán los rubios, los cobrizos, los pelirrojos o los castaños claro, si buscamos una opción más clásica. Esta temporada, los rubios y los cobrizos se llevan en un tono menos intenso, más suave y con un toque de dulzura con el que aportar un aire romántico a nuestra imagen. En cuanto al pelirrojo, es recomendable apostar por un tono más vibrante, como el peach fuzz que hace homenaje al color Pantone de la temporada y que, tanto en las pieles claras, como en las medias o en las morenas, genera una sensación de luminosidad y vitalidad. En cuando a los tonos castaño, obviamente, nos recomienda decorarlos con unas mechas para aportarles frescura.
- Si nuestra piel es de color medio, debemos evitar los tonos ceniza y apostar por un castaño claro, caramelo o con reflejos de tono avellana. Si nuestros ojos son claros, podemos decantarnos por un tono caoba y si son oscuros, por un tono avellana o ámbar. Los tonos ceniza están prácticamente prohibidos en las melenas rubias y las morenas esta primavera, ya que los avellanas están cogiendo todo el protagonismo. No obstante, si nuestro pelo es negro y no queremos atrevernos a iluminarlo con mechas azules o moradas, con las que combina a la perfección, podemos apostar por unas mechas grises más sutiles, y aquí el tono ceniza sí que estaría permitido.
- Si nuestra piel es más morena, nada mejor que los tonos café, chocolate, castaño oscuro o negro. Si queremos darle un toque de luz, podemos apostar por mechas claritas en los mechones frontales, jugar con el contouring o aplicar algunos de los distintos tipos de mechas que, según Olga G. San Bartolomé, triunfarán esta primavera: prismatic fusion, melting creamy, culights, widcopper, soft aquarelle y face lighting, todas ellas caracterizadas por aportar luminosidad, vitalidad, juventud, movimiento y profundidad al rostro, y hacerlo de una forma súper natural.
¿Influye el estilo de vida en la decisión a la hora de escoger un tinte para el cabello?
Sí, nuestro trabajo condiciona el color de nuestro cabello. Si trabajamos en un sector formal, al igual que ocurre cuando tenemos un estilo clásico, debemos apostar por tonos sobrios o elegantes. Los trabajos en bufetes, oficinas, de cara al público en ciertos eventos o en sectores más encorsetados, deben ofrecer una imagen seria que, muchas veces, unas mechas más atrevidas de la cuenta, destrozan. Por este motivo, debemos ser especialmente cuidadosos con nuestro peinado y el color de nuestro pelo, al igual que ocurre con la vestimenta.
Por otra parte, si nuestro trabajo es desarrollado en un ámbito más lúdico y creativo, podemos arriesgar por las tonalidades más atrevidas y jugar más con nuestra imagen. Los trabajos artísticos, relacionados con el mundo del cine, la danza y con la belleza, suelen ser más abiertos a la hora de jugar con la imagen, ya que, en estos casos, el color del pelo es un factor determinante a la hora de expresar personalidad y fortaleza.
Otro factor importante es tener en cuenta nuestros horarios, ya que de la frecuencia que tengamos para ir a la peluquería, dependerá el grado de dependencia de retoque del color de pelo que escojamos. Es decir, si nuestros horarios de oficina y vida familiar nos hacen imposible ir, al menos una vez al mes, a la peluquería, quizás debemos darnos cuenta de que un decolorado intenso o un color demasiado vibrante, que exija retoques constantes, no es la mejor opción para nosotras. Lo mismo ocurre si llevamos un timo de vida demasiado frenético, con viajes que nos impiden ir a nuestra peluquería de confianza con la frecuencia que nos gustaría.
¿Y cómo conseguir un tono que sea rejuvenecedor?
En función de nuestra edad, podemos arriesgar más o menos a la hora de escoger un color de pelo, con altas probabilidades de que nos quede bien y poder lucirlo con elegancia. Aunque hay muchas ocasiones en las que nos apetecería arriesgar, muchas veces ya no es por nuestra imagen, es por la salud de nuestro cabello, por lo que debemos ser conscientes con los efectos que determinados tintes o decoloraciones pueden tener en él y que, por mucho que queramos evitarlo, van a hacer que luzcamos una melena pobre, deshidratada, sin brillo y con un aspecto descuidado, a no ser que vayamos una o dos veces por semana a la peluquería, un lujo que la mayoría de los morales, por unas u otras circunstancias, no nos podemos permitir. Estos son algunos factores, relacionados con la edad, que debemos tener en cuenta a la hora de escoger un color de pelo.
- Entre 20-35 años: es la edad perfecta para experimentar con los tonos más atrevidos, los colores fantasía y los más explosivos. No obstante, también es una edad clave en la que nos vemos obligados a ofrecer una imagen seria de cara a nuestro futuro y puede que, un tinte fucsia, no nos ayude demasiado. Aunque, como te explicamos antes, esto depende en gran parte del sector en el que desarrolles tu actividad profesional.
- Entre 35-40 años: es la edad perfecta para probar toda la gama de tonos castaños. Debemos evitar el rubio platino para no vernos demasiado mayores y apostar por unas mechas que, además de disimular las canas que tanto odiamos, nos ayudarán a dar un aspecto mucho más juvenil a nuestra imagen, revitalizándola y ayudándolos a lucir una melena con movimiento, energía, vitalidad, grosor y más profundidad. En definitiva, dándonos un aspecto más sano.
- A partir de los 45 años: disminuye en gran medida la cantidad de pelo de nuestra melena. Es recomendable no abusar de coloraciones extremas, que debiliten el cabello, y tampoco de tonos demasiado oscuros, que endurezcan el rostro y potencien las arrugas. Debemos evitar los tintes de color negro o chocolate, porque crearán un efecto muy fuerte en nuestro rostro y nos harán aparentar mucha más edad de la que en realidad tenemos, haciendo que nuestras facciones se vean demasiado intensas y generando un efecto de cara cansada, que debemos evitar a toda costa si queremos conseguir una imagen fresca de cara al verano.