El encrespamiento, también conocido como frizz, es uno de los problemas más comunes del cabello y es que esto sucede cuando el cabello carece de la hidratación necesaria, haciendo que la humedad se acumule en las fibras capilares y el pelo se vuelva completamente incontrolable. Y es que todos hemos vivido alguna vez la sensación de salir de casa en invierno y que de repente nuestro pelo ya no sea el mismo.
Por ello, hemos consultado a nuestra experta de confianza con más de 35 años de experiencia, Olga G. San Bartolomé, para que nos dé esos trucos que necesitamos para presumir de pelazo los 365 días del año. Olga puntualiza que no hay milagros en el cuidado del cabello si lo que queremos es una buena melena a largo plazo, de hecho, todo lo contrario porque es fundamental dedicar tiempo a la hora de abordar cualquier tipo de problema.
¿Qué es el encrespamiento?
El frizz o encrespamiento es ese momento en el que nuestro cabello parece completamente descontrolado con pelitos saliendo hacia todos lados. Esto se debe generalmente a la falta de hidratación pero también puede ser por la falta de ácidos grasos esenciales o de proteínas incluso. Al mismo tiempo, las cargas estáticas también producen el llamado frizz contra el que luchamos cada día, especialmente en invierno o en climas de mucha humedad como en el norte, por ejemplo.
Esta falta de hidratación hace que nuestro cabello busque la humedad en el aire, haciendo que el resultado no sea lo esperado de una buena rutina de hidratación como tal. Además, también es importante conocer por qué nace y así tratar de evitarlo. Entre los diferentes factores, encontramos las altas temperaturas del agua de la ducha, el uso diario de herramientas térmicas o incluso el lavado diario del cabello. Otro gesto muy común que contribuye al encrespamiento son los movimientos de fricción a la hora de secar el cabello con la toalla.
Las 10 reglas de oro para combatir el encrespamiento
Utiliza productos específicos, es decir, productos anti-frizz ya que son los que nos ayudarán en parte a conseguir reducir el temido encrespamiento.
Evita aplicar el champú directamente en el cabello. Punto número uno. Hazlo así: “Toma una botella pequeña de plástico, llénala con agua y añade la dosis de champú para un lavado. Cierra la botella y haz un pequeño agujero en el centro de la base del tapón. Agítalo con energía y aplícalo en las raíces con el cabello en seco. Procura no aplicarlo en medios y puntas.
Agua tibia para emulsionar el champú. Es importante hacerlo con las yemas de los dedos y sobre el cuero cabelludo siempre.
Nunca frotes ni emulsiones el champú que caiga en los medios y puntas del cabello. “Simplemente, con las manos planas y juntas, recorremos la melena de arriba a abajo sin frotar suavemente”, explica Olga.
Repite todo el proceso de lavado dos veces para un resultado perfecto.
Aclara bien con agua templada o fría ya que esto ayudará a controlar y sellar la cutícula del cabello.
Peina el cabello mientras lo aclares, hazlo con los dedos para ayudar a alinear la cutícula mientras se sella.
Seca el cabello con un secador iónico si es posible. Para un cabello liso, “ayuda a alisarlo con un cepillo plano de cerdas para seguir alineando la cutícula hasta que esté completamente seco”, explica Olga y añade: “Recuerda mantener una temperatura media/fría para proteger tu cabello”. En el caso de los cabellos rizados, recuerda aplicar un producto en crema para definir y controlar el frizz.
Aplica un acondicionador dividiendo el cabello en tres o cuatro secciones y siempre de medios a puntas masajeando y amasando siempre la cutícula con las yemas de los dedos, de esta forma, el acondicionador penetrará mejor en el cabello.
“Lleva siempre contigo un sérum anti-frizzen tu bolso y úsalo cuando tu cabello necesite un toque de magia”, este es uno de los trucos añadidos que matiza la experta.